En 1948 y tras el gran desastre humanitario que supuso la II Guerra Mundial, se firma la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un texto que define la necesidad de proteger la vida y la dignidad de las personas. Sin embargo desde que se aprobara esta declaración, la población Palestina está viviendo, dentro y fuera de sus territorios, una vulneración diaria de sus derechos.

En 1947, la Resolución 181 de Naciones Unidas dio validez formal a la partición del territorio que se encontraba bajo dominio británico y en mayo de 1948, la comunidad judía declaró unilateralmente la creación del estado de Israel, lo cual desencadenó un ataque armado de los estados árabes vecinos en apoyo a la población Palestina. La primera gran guerra árabe-israelí, provocó la salida de gran parte de la población palestina que habitaba su territorio y amplió su superficie más de lo acordado en el plan de partición. Desde este momento el conflicto entre Palestina e Israel no ha cesado en violencia, vulneración de derechos, ocupación del territorio palestino y expulsión de su población.

A pesar de las buenas intenciones para culminar el proceso de paz, el saldo después de los acuerdos de Oslo habla por sí mismo; solo un quinto de los territorios estipulados en los Acuerdos, han sido devueltos a Palestina y en los territorios no devueltos se levantan asentamientos ilegales israelíes. Mientras, el 63,4 % de la población continúa refugiada, ocupando el primer puesto en refugio del mundo. A lo anterior se suma un terrible conflicto interno entre Hamás en Gaza y Fatah en Cisjordania.

Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) ha trabajado durante más de una década en los Territorios Ocupados Palestinos, desde 1997. En este tiempo ha desarrollado una intervención directa a beneficio de la población palestina con el objeto de mejorar su situación de vulnerabilidad y reducir los impactos del conflicto, trabajando en pro de la construcción de la Paz mediante  proyectos de Desarrollo, Acción Humanitaria e Incidencia política. Durante este tiempo, se trabajó con las organizaciones de la sociedad civil, con el fin de construir acciones de paz positiva en el marco del conflicto como un camino hacia la firma de la paz y el fin de la ocupación.

Sumado a lo anterior, durante los años 2009 y 2010, MZC desarrolló una investigación sobre Mujer, Paz y Seguridad, analizando la manera diferencial en que los conflictos armados afectan a los hombres y las mujeres, así como cuál debería ser el papel de estas en la construcción de la paz y la seguridad, teniendo en cuenta la aplicación de la Resolución 1325. Con esta investigación, MZC pretende contribuir a la cohesión del movimiento de mujeres palestinas e israelíes desde el convencimiento del potencial que tienen para marcar los ritmos de la paz en sus sociedades.

A partir de la publicación de la investigación, la intervención directa en Palestina se traduce en un ejercicio de indecencia política en espacios locales, nacionales e internacionales a través de los cuales se exige la protección a la población y una salida a la ocupación y al conflicto.