El area de Acción Social de MUJERES ZONA DE CONFLICTO ejecuta sus activividades en las provincias de Córdoba, Almería, Huelva, Badajoz, Sevilla y Madrid, consistentes en acciones de sensibilización, formación, asesoramiento y atención integral a mujeres inmigrantes y / o en situación de vulnerabilidad y están destinadas a tratar de paliar los efectos que la aplicación de diferentes violencias tienen sobre las mujeres

Formamos un equipo de trabajo en el que abogadas, psicológas, trabajadoras sociales, animadoras, educadoras y dinamizadoras socioculturales se esfuerzan por llegar a los rincones que como sociedad ni vemos ni queremos ver.

Ponemos el foco sobre estas mujeres en situaciones vulnerables, inmigrantes, víctimas de violencias, en situación de prostitución, víctimas de trata con fines de explotación sexual, coaccionadas a la prostitución, porque pensamos que su situación es injusta, vergonzosa e indigna en todos los sentidos, pero aún lo es más cuando describimos nuestra sociedad como justa, igualitaria, democrática y avanzada.

El área de acción social cuenta con cuatro ramas principales de intervención:

TRATA Y PROSTITUCIÓN: Las realidades de algunos colectivos de mujeres sometidas a la voluntad de unos dueños y dueñas que las explotan y esclavizan sexualmente, son imágenes que nos cuesta imaginar dentro de nuestros propios entornos, y sin embargo están y como sociedad, consumimos. Nuestros esfuerzos están dirigidos a paliar el sufrimiento de estas mujeres; apoyar a las autoridades, tanto sanitarias como administrativas, a poder aplicar sus políticas de atención y protección; y sensibilizar y concienciar al colectivo cómplice en ese consumo. En esta línea la prioridad son las unidades móviles en las que, a través de visitas a clubs, pisos, casas o asentamientos informamos sobre sus cuestiones prioritarias, usos de material preventivo e higiénico, talleres previstos, charlas y se realizan pruebas rápidas de VIH. En este aspecto consideramos dos líneas complementarias de trabajo: la de atención propiamente dicha y la de sensibilización, dirigida no sólo a mujeres en situación de prostitución o víctimas de trata sino también a aquellos hombres que forman parte de que la trata de personas con fines de explotación sexual exista.

EMPLEO Y FORMACIÓN: Consideramos que un factor elemental en los procesos de igualdad es la capacidad e independencia en la toma de decisiones, y un motor indiscutible de ello es la autoestima La autonomía económica y el crecimiento personal es imprescindible a la hora de poder tomar decisiones libremente, en igualdad y equidad. Es por ello que desde MZC se apuesta por capacitar a nivel laboral mediante cursos de formación para el empleo a las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad, apoyada con formación estratégica que refuerce su autoestima, autoconfianza en sus capacidades y posibilidades, y pensamiento crítico, así como una orientación encaminada a la obtención de un puesto de trabajo acorde a sus objetivos mediante itinerarios personalizados de inserción que contribuya a la adquisicón de independencia.

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN SALUD: el acceso a los recursos sanitarios es un derecho de toda la ciudadanía, y especialmente de aquella que se encuentra en situación de vulnerabilidad, por ello en nuestras actividades incluimos asesoría en salud con respesto a los derechos que protegen a la población por igual dentro del sistema sanitario: solicitud de citas, acompañamientos, información sobre solicitud de tarjetas sanitarias y otras tareas administrativas relacionadas al régimen sanitario. En cuanto a intervenciones propiamente dichas completamos las unidades móviles con terapias de apoyo emocional y de autoevalución con el fin de conseguir un reconocimiento sobre su propia situación como precedente a una toma de decisión que consideramos elemental: las posibilidades y la asunción del reto de dejar esa situación.

INMIGRACIÓN E INTERCULTURALIDAD: Creemos así mismo en que como sociedad actual de acogida tenemos que facilitar la adaptación de los y las nuevas ciudadanas a nuestras ciudades y pueblos. El Centro Intercultural se inaugura en el año 2008 con el fin de ofrecer al colectivo un espacio en el cual se atiendan sus necesidades personales y estratégicas. Se trata de un recurso compartido por mujeres nacionales y extranjeras, a través del cual, no sólo se fomenta el acercamiento y conocimiento mutuo como elemento fundamental para conocer y acercar otras realidades y culturas, rompiendo así estereotipos y prejuicios, sino que también se convierte en un espacio donde se fomentan y establecen redes de apoyo mutuo entre mujeres. Los servicios que se prestan son: Atención social, Asesoramiento jurídico (materia de extranjería, derecho de familia y violencia de género), Apoyo psicológico, Orientación laboral, Formación para el empleo, Talleres estratégicos y actividades culturales, sociales y de tiempo libre.

Como eje transversal a estas cuatro líneas se cuenta con asesoría y apoyo jurídico en casos que van desde lo puramente administrativo, como los de extranjería, solicitud y renovación tarjeta de residencia, arraigo laboral y familiar y reagrupación familiar, etc. a situaciónes que requieren la colaboración de la fiscalía y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado como son aquellos vinculados a la trata de personas y la violencias de género. Asimismo y más dependiendo hacia acciones de salud, se realizan sesiones de apoyo a mujeres privadas de libertad internadas en centros penitenciarios.

Sabemos que los apoyos que aportamos no solucionan “el problema”, ni superan todos los retos, pero vamos contribuyendo en nuestra actividades a ir dejando mensajes en las mujeres, a veces directos, a veces a través de actividades. Mensajes que les muestran sus propias capacidades, sus resistencias, sus límites, sus logros, sus dignidades y su propia capacidad de decisión, sin embargo estamos seguras/os de que debemos llegar más allá. Para el periodo que comprende este plan estratégico tenemos como objetivo incluir aquellos sectores de población que consideramos causa en parte de la dramática situación de muchas mujeres y chicas que malviven en clubs, asentamientos, pisos o casas, como son los hombres, porque nuestra visión es que si no se trabaja con quien de forma directa alimenta las demandas, seguiremos como sociedad produciendo usuarias y beneficiarias de estos proyectos.